"Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias", Ryszard Kapuscinski

jueves, 31 de mayo de 2012

Ellos nos contaron qué pasó el 11-A: Hablan los testigos


El próximo lunes 4 de junio, a las 10.30, en el aula 4 de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, edificio Néstor Kirchner, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) proyectaremos el documental de Ángel Palacios "Puente Llaguno: claves de una masacre". Luego del audiovisual conversaremos con Emma Grand, una colega venezolana que escribió el excelente artículo que les dejo a continuación. Los esperamos.

Caracas, 10 Abr. ABN (Emma Grand).- “¿A qué está jugando la policía"” se preguntó Ángel Palacios, realizador del documental “Puente Llaguno: claves de una masacre”, cuando la tarde del 11 de abril de 2002 observó a funcionarios de la Policía Metropolitana (PM) disparar contra las personas que se encontraban concentradas en las cercanías de Puente Llaguno.

Palacios se encontraba ese 11 de abril, desde horas del mediodía, grabando imágenes de la concentración de apoyo al presidente Hugo Chávez en Puente Llaguno. “Cuando llegamos vimos lo mismo de los dos días anteriores, el 9 y 10 de abril: la gente alegre, celebrando. Ahí se había colocado una tarima con música y un micrófono libre para que las personas se expresaran en público”, refirió.

No obstante, recuerda Palacios que a los minutos empezó el nerviosismo en la gente que estaba en la concentración, “porque se empezó a escuchar que la marcha de la oposición se dirigía hacia donde estábamos nosotros. Y las personas se preguntaban 'cómo podía suceder eso si estabamos reunidos acá desde hace tres días'”.

La alerta se despertó, relata Palacios, cuando cerca de la Esquina de Bolero empezaron a pasar personas gritando que les habían disparado. “Y en eso pasó una persona que casi tumba la tarima: ‘quiero denunciar que la policía me disparó, la Policía Metropolitana’. Esta persona mostró un brazo y luego una pierna, donde le dieron los disparos, en la Avenida Baralt”.

Palacios cuenta que decidió acercarse hasta donde estaban disparando: “Llegué a la Esquina La Pedrera, hasta donde la gente de la oposición había llegado. No subían porque los bolivarianos estábamos en la parte norte. Nos tirábamos piedras, palos, botellas y nos insultábamos (simpatizantes de la oposición y de la revolución). Yo estaba filmando todo eso.

También estaba Jorge Recio por ahí tomando fotos. Pero de repente la policía sube y empieza a echar plomo. Ya le habían dado a varios compañeros, pero el primero más grave fue Tony Velazco, que le dispararon en la cabeza...

A Tony no se lo llevó la Policía Metropolitana. Los funcionarios lo vieron herido y se fueron.

Luego se acercaron los compañeros bolivarianos que estaban a la altura del Puente Llaguno, lo recogieron y lo llevaron al Palacio de Miraflores. Ahí fue cuando nos preguntamos: "¿A qué está jugando la policía"", porque los manifestantes de la oposición que venían marchando desde el este de la ciudad no tenían intención de llegar hasta la casa presidencial, es más, si no les hubieran metido casquillo los líderes de la oposción, se hubieran quedado en Chuao”.

Pero en ese momento, confiesa Palacios, sentía una mezcla de miedo con rabia, “porque lo que estaba pasando no era una acción normal de una manifestación, lo que estaba pasando era que estaban disparando unos tipos escondidos con armas de precisión. Me acuerdo que a Rudy Urbano Duque, que estaba frente al portón del estacionamiento de la Cancillería, le pegaron un tiro y quedó un sólo hueco de bala en el portón, es decir, que a él le apuntaron de lejos y ahí mismo le dieron”.

Al igual que al señor Erasmo Sánchez, quien estaba en la baranda de Puente Llaguno ese día en la tarde, y que fue alcanzado por un proyectil en el ojo, un disparo directo a la cabeza.

Los funcionarios policiales no pretendían dispersar a nadie, dijo Palacios, por el contrario, “ellos lo que estaban buscando era crear los muertos. Paraban los disparos en un momento y luego empezaban otra vez a disparar. La gente decía: "Ya pasó", pero otra vez volvía el o los francotiradores, en combinación con la policía de civil, los uniformados y los tiradores encubiertos que estaban dentro de la Ballena y en las esquinas del lado este de la Avenida Baralt”.

“Escuché los tiros, vi los tiros, grabé a un francotirador, y bueno, vi gente morir ahí”.

Por su parte, la documentalista Lilian Blazer recuerda que alrededor de las 2:30 de la tarde de ese 11 de abril se encontraba a la altura de la Esquina La Pedrera con su cámara de video.

“Cuando llegué ahí, justo después de la sede de la Asamblea Nacional, se oía mucho ruido. Yo no sé nada de balas ni quiero saber, no sabía si eran bombas lacrimógenas, si eran tiros, me imagino que era todo mezclado”, contó.

Blazer dijo que en ese lugar vio parte de la marcha “que para mí no era exactamente lo más representativo de la gente de la oposición que vi concentrarse en la mañana en Chuao, sino que era una fuerza más bien de choque”.

“Yo sentí que esa no era gente de Altamira. Estaban bastante agresivos, tirando piedras. Tengo tomas donde están rompiendo asfalto para agarrar piedras, subían y bajaban por la Avenida Baralt. La Policía Metropolitana subía y bajaba también con estos manifestantes”.

La concentración de simpatizantes del gobierno del presidente Hugo Chávez se encontraba al norte de la Avenida Baralt, cercana a Puente Llaguno.

Blazer grabó a varias personas cayendo: “vi a un ciudadano impactado de bala en la cabeza, que después se supo que era un funcionario de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), Tony Velazco, botando sangre por la boca. Fue realmente terrible”. Y luego al fotógrafo Jorge Tortoza, a quien Blazer grabó caer en el momento cuando le pegaron el tiro en la cabeza en la Esquina La Pedrera.

Cuenta que cuando las personas que se encontraban junto a ella en la Esquina La Pedrera vieron disparar desde el edificio La Nacional echaron a correr hacia el Parlamento. “Recuerdo que me caí, y dos personas de la marcha de la oposición me ayudaron hasta que me pude parar, luego me acerqué a la Plaza Bolívar, donde había una trifulca y se me daño la cámara”.

“Llamé a una prima para buscar otra cámara, porque estar en una situación que se veía de bastante peligro y sin la cámara era como absurdo. Si me voy a arriesgar me arriesgo para hacer tomas, no para estar mirando”, dijo Blazer, quien se fue del lugar, pero al regresar al centro de la ciudad ya había pasado la violencia.

Otro testigo presencial de lo que sucedió ese 11 de abril fue el periodista de Radio Fe y Alegría Reinaldo Linares, a quien le tocó reportear el comienzo de la marcha de la oposición, prevista a las 8:00am en Chuao (al este de la ciudad).

Pero una vez que arranca la marcha, en la radio me dan la instrucción de seguirla unos minutos y luego trasladarme a la Asamblea Nacional, que es mi fuente habitual. Era jueves y había sesión como todos los jueves en la mañana”.

Comenta Linares que en el palacio legislativo se celebró la sesión de manera normal, “aunque todos los parlamentarios estaban pendientes de lo que pasaba en la calle a través de los medios de comunicación. Igualmente nosotros (los periodistas de la fuente) acá”.

Asimismo, cuenta Linares que, pasadas las dos de la tarde, se puso de acuerdo con los demás periodistas de la fuente para cubrir lo que ocurría en la Avenida Baralt: “Si vemos mucho peligro nos replegamos y volvemos al palacio. Eso lo hicimos varias veces, íbamos, nos acercábamos a la Baralt, observábamos y luego, cuando empezaban los disparos regresábamos, el problema era que uno no sabía de donde venían los disparos”.

Linares nunca vio a los francotirados, pero admite que no sabía de dónde venían las balas... “Eso te da una idea de que eran personas que estaban disparando de manera planificada, bien ubicadas y apostadas, y personas profesionales en esta materia. La persona que le disparó al reportero gráfico Jorge Tortoza, por la manera cómo lo hizo, la distancia y dónde le entró, da a entender que eran profesionales”, comenta.

“Ese fue un día terrible, nunca los venezolanos, y sobre todo los que viven en Caracas habían sido sometidos a una situación de verdad tan extrema”, reflexionó el periodista de Fe y Alegría.

Lo que transmitían los medios ese día...

Comenta Palacios que el 11-A, en la Esquina de Bolero, había un televisor y, en la noche, “cuando vemos el noticiero, nos percatamos de que nuestros muertos eran presentados como los de la oposición, y los que defendieron el puente Llaguno ese día, que eran compañeros que estaban ahí para entrompar a la policía y evitar que siguieran subiendo, los presentaban como si fueron los que habían disparado a los que habían muerto detrás de ellos. Eso me dio una mezcla de rabia con miedo”.

Cuenta Palacios que llamó a un compañero a las ocho de la noche para que lo buscara en su auto. “Viene el compañero, y cuando nos montamos en su vehículo, el hombre estaba impactado, le temblaba la voz, y le preguntamos ´¿qué pasa viejito, qué viste"´, y respondió: ´lo vi todo, ¿qué hicieron ustedes, se volvieron locos?"´.

Le respondió Palacios: “No vale, yo estuve ahí, yo no vi a nadie marchando por debajo del puente, sólo a la Policía Metropolitana y ni siquiera llegó hasta el puente, y los muertos que yo vi eran nuestros compañeros, yo no vi muertos del otro bando. Agarramos la cámara y le mostramos las imágenes: ´mira, esto fue lo que yo vi, a Erasmo lo habíamos grabado nosotros.´Sí ese lo vi, pero ¿no es de oposición", no ese es nuestro, un compañero nuestro´.

¿Qué pasó?

“Durante el 11-A yo no pude cuestionar nada de lo que pasaban en los medios, porque no vi nada hasta lo último en la noche, y la gran pregunta no era qué hacen los medios, la gran pregunta era ¿dónde está Chávez?, hasta que apareció... 

Luego, la pregunta del 14 de abril era ¿dónde está nuestra gente, dónde están nuestros presos?"

Y por último la pregunta era: coño, ¿qué fue lo que pasó?, y la única versión, digamos, sustentada con imágenes era la de la oposición, que la divulgaron por todas partes”.

"Y así estuvo por unos meses. Yo fui testigo de cómo familias denunciaron a personas que estaban en Puente Llaguno porque creyeron más en lo que presentaba Globovisión y Venevisión que en lo que había hecho su familiar".

Señala Palacios que el día 14 de abril había una pelea por la verdad, por develar la verdad. A Juan Barreto, que era diputado, le entregamos las imágenes de lo que ocurrió en la Avenida Baralt como evidencia. La transmitieron por la Asamblea Nacional.

"Nuestra obligación moral era buscar la forma de demostrar qué fue lo que había pasado, y ese trabajo de búsqueda de material incluyó videos que vecinos de la Avenida Baralt habían filmado y grabaciones hechas por trabajadores de los medios comunicación privados, Globovisión, Venevisión, Televen, que nos dieron, bajo cuerda, escondidos.

"Un año buscando material por todo el país, analizando, comparando, buscando testimonios".

Palacios comenta que el 12 de abril, a las 6 de la mañana, llegaron al centro de la ciudad, y con la cámara de video grabaron los impactos de bala. "Ahí se veía clarito que los impactos de bala venían del sur hacia el norte, incluso, en los postes de alumbrado, que eran de metal, se veían doblados, que para que se doblen eso tenía que ser un arma larga, no una pistolita, y todo venía de abajo hacia arriba".

“A la semana habían borrado todo, no sé quién, pero frisaron las paredes, taparon los huecos, cambiaron los postes, y cuando volvimos otra vez a tratar de hacer las imágenes con calma, con trípode, habían borrado todas las evidencias de disparos del sur hacia el norte".

Por su parte, la documentalista Blazer reflexiona sobre su trabajo: "La obligación de quien hace documentales es estar en el sitio y darle voz al que no la tiene. El hecho de que haya una cámara en una situación de conflicto o violencia, ayuda a que no haya silencio, porque el silencio es el cómplice de la impunidad".

"Si no hubiera habido una cámara, un fotógrafo, ese 11-A hubiera quedado impune, estarían pagando 20 años de cárcel los que defendieron a los compatriotas de Puente Llaguno. Pero no, ahí quedó grabada la policía disparando".

La lección

Para Palacios, la principal lección es que todo 11 tiene su 13, y eso se aplica también a los medios de comunicación.

"El pueblo no es pendejo, los dueños de medios todavía no lo han entendido del todo, quizás siguen pensando que el espectador es idiota, que consume cualquier basura que le transmitan, que cualquier mentira la pueden convertir en verdad, pero la realidad es que después del 11 de abril Venezuela volvió a nacer, la gente no cree lo que le dan los noticieros, investigan”.

La segunda lección, dice Palacios, es que "durante muchos años uno creía que un canal de televisión sólo lo podían tener los ricos y se demostró, después del 12 y 13, que no, que los medios comunitarios, los productores independientes fueron los que estuvieron en la linea de batalla, que muchas imágenes salieron gracias a los videos aficionados, que realmente fueron los que estuvieron haciendo televisión. Después se demostró que una televisora estando en manos del pueblo es hasta una mejor televisora".

La tercera lección "es que como otro mundo es posible, otra televisión es posible, y no sólo posible, necesaria, yo creo que hacen daño televisoras como Globovisión, por la cantidad de veneno que inyecta, por el daño económico, incluso, que le hacen al país al poner a correr rumores y convertirlos en una verdad en su pantalla".

FIN/ABN/EG/UNI/

domingo, 20 de mayo de 2012

Cómo buscar información en la web profunda

Por Sandra Crucianelli
 
En tiempos en los que el periodismo de datos contribuye a mejorar la calidad de los contenidos periodísticos, la captura de información es el primer eslabón de una sucesión de pasos entre los que se incluyen el procesamiento, la depuración, la contextualización y la visualización.

No solamente es suficiente “ver” datos a través de una pantalla, sino tener la capacidad para capturarlos, lo cual se convierte en pieza clave de esta estrategia.

Hay muchas formas de obtener datos: el rastreo de la web, conocido como searching, es una de ellas y probablemente la más utilizada.

Sin embargo, hay una importante cantidad de información que puede ser recuperada por los mecanismos comunes de búsqueda.

El espacio de la Red donde se alojan esos contenidos es conocido como “web profunda” o deep web, que es donde se incluye información que no es indexada por los motores de búsqueda como Google, Bing, etc. Por el contrario, en la “web superficial” es donde podemos encontrar los resultados más comunes que devuelven los buscadores, como páginas de sitios comerciales o aquellos con alto tráfico.

Vale mencionar que también existe otra zona definida por algunos autores como la “Internet oscura”, impenetrable por su naturaleza, como los servidores protegidos por diferentes razones (seguridad nacional o militar), cuyo contenido queda aislado de nuestro campo de búsqueda.
Sin embargo, la web profunda es más accesible de lo que imaginamos.

En ella podemos encontrar documentos que no han sido almacenados bajo estructura HTML, como archivos para abrir o descargar en diferentes formatos: PDF, Excel, PPT (Power Point), incluso Flash y las extensiones que utiliza Google Earth.

Pero para esto se requiere paciencia y un elemento clave: sistematicidad.

Un ejemplo de cómo el rastreo sistemático profundo de la web puede ayudar a reportar hechos desconocidos al público puede leerse en este artículo publicado en el sitio de noticias Solo Local relacionado con el estudio del impacto ambiental del dragado marítimo, necesario para la instalación de una planta regasificadora en cercanías a la ciudad de Bahía Blanca, Argentina.

La publicación permitió reportar el acceso a los documentos que los ciudadanos venían exigiendo durante semanas y demostró que la municipalidad de esa ciudad demoró 34 días en subir esos contenidos a su sitio web, hasta entonces desconocidos.

Una búsqueda simple del tipo: "estudio de impacto ambiental + dragado + YPF" no arrojaba ningún resultado.

Pero otra estrategia sí dio en el blanco: para probar lo que se afirma en el artículo, hubo que apelar a capturas de pantalla, previa búsqueda avanzada de Google, restringiendo el formato (en ese caso PDF), acotando la fecha a los últimos siete días y buscando sólo dentro del dominio con la extensión “.gov.ar”.

Tips para periodistas:
  • Si deseas explorar un sitio web comienza con un método sencillo: explora el mapa del sitio, una práctica no común que será como una brújula capaz de orientar la búsqueda.
  • Es recomendable aprender a usar la búsqueda avanzada de todos los buscadores como la de Google: http://www.google.com/advanced_search.
  1. Para ello: utiliza el posicionamiento geográfico para obtener información desconocida de último momento. Ingresa el nombre de la ciudad en la que vives o sobre la que deseas obtener información en cualquiera de los dos primeros cuadros de texto. Si se trata de la ciudad de Bogotá, por ejemplo, deberás usar el primer casillero; si se trata de Buenos Aires, usarás el segundo, ya que por tratarse de un nombre compuesto es necesario que los resultados incluyan la frase exacta.
  2. Limita los resultados a la línea temporal más reciente: por ejemplo, última semana o últimas 24 horas. Del mismo modo, conforme el tipo de información que deseas encontrar, debes decidir el formato, por ejemplo, Excel, donde tendrás mayor posibilidad de encontrar tablas con estadísticas o evolución de gastos.
  3. Utiliza la restricción de dominios para encontrar información en sitios gubernamentales, añadiendo el nombre del sitio, sin las tres "W" o apelando solamente a la extensión del dominio, por ejemplo “.gov.ar” para sitios de Argentina.
  4. Aunque puedes hacerlo desde la búsqueda avanzada, también es posible usar la herramienta “tiempo” en la columna izquierda de Google, para buscar enlaces de último momento, por ejemplo, los publicados en la última hora.
  5. Debes conocer la ubicación del acceso a las búsquedas avanzadas de otros buscadores, como Bing.
Esta es la primer entrega de una serie de artículos con consejos sobre cómo encontrar información en la web.

Sandra Crucianelli, Knight International Journalism Fellow, es periodista, investigadora y profesora. Crucianelli se especializa en recursos digitales y el periodismo de datos. Ella es la fundadora y editora de Sololocal.info, una revista online que proporciona noticias hiperlocales sobre la ciudad de Bahía Blanca, Argentina, y ha sido instructora y consultora para el Centro Knight para el Periodismo en las Américas en la Universidad de Texas, Austin, desde el 2004.

Crucianelli se encuentra trabajando como consultora en La Nación, uno de los periódicos y sitio web de noticias más importantes de Argentina. Crucianelli trabajará en la creación del primer equipo de periodistas de investigación que rastrearán los ingresos fiscales destinados a los servicios públicos en el país. Como parte de este esfuerzo, está ayudando a La Nación a crear el primer blog sobre periodismo de datos, La Nación Data, un lugar donde los periodistas pueden publicar historias basadas en datos e invitar al público a responder y participar.